LAS SIETE SILLAS

La quinta silla terminó en Francia, y os preguntareis cómo. Pues un niño que pasaba tranquilamente detrás de nosotros, dijo algo raro como: la silla viajará hasta donde tu quieras en un dos tres. Después que dijera eso mi silla salió volando. Es verdad que yo estaba pensando en Francia pero bueno. Después de unos 10 segundos aparecí en París, no sabía qué hacer y me quedé como unos 5 días. Dije las palabras que dijo el niño y claro, estaba pensando en mis amigas, y allí aparecí. De ahí a unos instantes apareció el niño riéndose, porque lo había planeado todo él, como en un cine y mis amigas lo sabían. La verdad era que al principio me enfadé pero luego me empecé a reír, porque la verdad es que era muy gracioso.

Amaiur

EL ARPA

Así que es verdad, pensó, es realmente cierto. Después de recorrer unos 20 kilómetros había un gran paisaje. Y yo no me lo hubiera imaginado nunca, pero mi mejor amiga lo conocía, no sé como, pero así era. El paisaje era maravilloso . Lo único que me sorprendió fue el arpa que había en una esquina. Mi amiga que a eso habíamos venido, es decir, a sacar el arpa de allí. La cosa era cómo, mi amiga me dijo que el arpa llevaba allí muchos años y que ella la iba a sacar. El único problema era cómo, porque el arpa tenía un hechizo. El hechizo era muy conocido por toda la ciudad, pero mi amiga y yo no lo sabíamos, aunque nos imaginábamos algo. De echo, luego fuimos a la ciudad a preguntar y, efectivamente, estaba hechizada. Lo único que había que hacer era cruzar el río sin tocar el agua ; eso era muy fácil; cogimos unas tablas y cruzamos el río. Cuando cogimos el arpa volvimos, en seguida ala ciudad, a vender el arpa, porque no teníamos dinero para volver a nuestras ciudades, cuando lo pusimos en venta, nos la robaron y no conseguimos recaudar nada de dinero, al final, encontramos a un señor muy majo que nos trajo a casa de vuelta, gracias a ese señor estoy escribiendo ahora esta historia.

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